PLANTA DESALADORA COMENZÓ A FUNCIONAR EN CALETA CHOME EN BUSCA DE SOLUCIONAR EL ACCESO A AGUA POTABLE

Se trata de un proyecto piloto que se extenderá por seis meses y con el cual se busca llegar a una solución definitiva en el acceso a agua potable en este sector de Hualpén.

El jueves 21 de abril comenzó a operar una nueva Planta Desaladora Comunitaria en Caleta Chome, la que se inauguró con una ceremonia en la cual participaron diversas autoridades municipales y regionales. La iniciativa busca transformase en la principal alternativa para entregar agua potable a los habitantes del sector, a través de tecnología moderna desarrollada en la región del Biobío.

La planta se instaló dentro de un contenedor al costado de las ruinas de la ballenera y su funcionamiento se basa en extraer agua del océano, que luego pasa por un proceso de nanofiltración, siendo depositada en estanques de 5 mil litros desde donde los vecinos pueden obtenerla para consumo.

María Monsalves, presidenta del Comité de Agua Potable de Caleta Chome, declaró que “este proyecto nos parece bueno, pues tenemos un déficit de agua por la sequía y nos mantenemos de una vertiente y camiones aljibe. La idea es que este proyecto siga adelante, que se quede con nosotros pasados los meses de la prueba piloto. Además, el agua es rica, ninguna diferencia con el agua de la llave”.

En el puntapié inicial participaron autoridades de la Municipalidad de Hualpén, del Gobierno Regional del Biobío y la Universidad de Concepción, así también habitantes de Caleta Chome y representantes de comunas vecinas como Penco, Arauco y Coronel, quienes también esperan aplicar este proyecto en un futuro en sus territorios.

Desde Hualpén el administrador municipal, Kenji Sanhueza, celebró la instalación del proyecto. “Agradecemos esta iniciativa, pues permitirá dar respuesta a los vecinos de Chome ya que hay un problema hídrico y así podemos satisfacer una necesidad básica, que es el agua (…) Veremos cómo nos va, para que, en un futuro, podamos dar una solución definitiva a la caleta”, comentó.

Por su parte, Rodrigo Bórquez, profesor del Departamento de Ingeniería Química de la UdeC y encargado del proyecto, detalló que “la idea la venimos trabajando desde el 2010, cuando el terremoto dejó muchos lugares sin agua. Ahí planteamos un primer proyecto para trabajar con nanofiltración. Luego, el 2013, conseguimos la patente de esta tecnología con la cual creemos que podemos llegar a distintas partes, siendo una solución de bajo costo”.

La planta desaladora podría instalarse de manera definitiva en el sector si se llegan a conseguir aproximadamente 100 millones de pesos, lo que será evaluado entre los actores que impulsaron esta iniciativa.