Hace unos 20 días que los trabajadores del mundo de las carreras de caballos en Chile, están representados por una organización que busca develar las gigantescas falencias y paupérrimas condiciones en que estos “deportistas” deben vivir. Se trata de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Hípica.

Ya hace un tiempo que estos mismos, sin organización legal en aquel entonces, lograron doblarle la mano al Directorio del Club Hípico de Hualpén, tras descubrir que el mismo había logrado el cambio de uso de suelo de los terrenos ubicados en medio camino, para una “futura” intención de vender dichas dependencias a un mejor precio, lo que habría dejado a más de 700 trabajadores de este rubro, sin empleo.

“En ese sentido agradecemos públicamente a quienes nos apoyaron, pero también queremos dar un mensaje a quienes aparecieron acá, prometiendo apoyo y después desaparecieron, como el señor Gabriel Torres y el señor Consejero Regional, Claudio Eguiluz. Este último nos ofreció ayuda y después votó en contra de nuestros intereses” señaló el Coordinador de Gremios Hípicos del Bío Bío, Daniel Sánchez.

Según el mismo, a nivel nacional se está configurando un cuadro muy similar al que se pretendía imponer acá, pues ya son varios los terrenos donde se desarrolla la actividad hípica que ya se han vendido o se pretenden vender, dejando en ascuas a los trabajadores que dependen de las carreras.

Por eso este mediodía, en un paro coordinado con todos los miembros del nuevo ente que los representa a nivel nacional, los trabajadores del mundo de la hípica regional se tomaron avenida Colón. Sin embargo, este no es el único asunto que los convocó, pues quizá hay otro tema que les quita aún más el sueño.

Se trataría de un gravamen que ya no posee ninguna validez y que fue impuesto mediante el Decreto Ley 2437 de 1978, por el entonces Dictador Augusto Pinochet, con la finalidad de financiar la entidad CEMA Chile, administrada por su esposa Lucía Hiriart.

El gravamen ascendería, según los representantes de los hípicos al 3% sobre las ganancias de esta actividad, lo que sólo en el caso del Club Hípico de Hualpén significa un egreso que va desde los 30 hasta los 60 millones de pesos mensuales y a nivel nacional implica entradas anuales de hasta 4.500 millones de pesos para la cuestionada y poco representativa institución de Centro de Madres.
“Nuestra intención es que estos dineros vayan a un fondo solidario para los trabajadores del Club Hípico y para aumentar los premios de las carreras, que por lo bajo de las primas están acabando con el interés de los propietarios de invertir en este deporte” agregó Sánchez, quien además dijo que los próximos pasos son ir al ministerio de Hacienda, al Congreso Nacional y a la Moneda, para acabar con este impuesto ilógico.

Dineros todavía van a CEMA Chile
Hípicos protestan por Impuesto injustificado

Una ley de 1978 aún obliga a los Clubes Hípicos a declarar el 3% de sus ganancias a la organización amparada por la dictadura militar y que hoy sólo se trata de una personalidad jurídica que no presta grandes beneficios sociales, en comparación a las necesidades de los trabajadores del mismo mundo de la hípica.

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